Maldecir, un alivio físico o emocional

La acción de propinar profanidades ha sido una práctica mal vista por la mayoría de las personas, a pesar de que la mayor parte de las personas, las claman en los momentos más grandes de estrés y ansiedad, pero según varios estudios científicos, salió como noticia que maldecir no es algo por la que la persona se tiene que sentir mal, ya que es capaz de aliviarnos de forma física, o emocional.

Una investigación que fue realizada en el 2009, por la universidad de Keele en el Reino Unido planteó que decir malas palabras ayuda a sanar el dolor físico. En el experimento dividieron a los participantes en dos grupos, en donde los dos tendría que sumergir sus manos en agua congelada hasta el punto que la sensación llegue a lo insoportable, sin embargo, a la mitad de ellos se les permitiría decir su obscenidad preferida durante el experimento y la otra mitad tendría que soportar la tortura sin decir ningún tipo de grosería. Como resultado apareció que el grupo que tenía el libre albedrio de maldecir duró más, gritar groserías los ayudó a soportar el dolor ya que los humanos usan las obscenidades como método de distracción, según dichos investigadores.

En otra investigación se descubrió que maldecir se transforma en un cierto mecanismo de defensa en situaciones donde se está lleno de nervios, te llena de resistencia emocional, sin embargo, también plantearon otro alegación que es sumamente interesante, lo cual es que la efectividad de decir groserías como método de ayudar a sobrellevar el dolor puede cambiar dependiendo de la creatividad del lenguaje de por sí. Según ellos, si una palabra pierde su capacidad de sorpresa, probablemente también sea capaz de perder esa capacidad de ayudarte con el dolor.

Por eso incentivaban el trabajo de desatascos a la hora de maldecir. En una investigación complementaria a esta, los investigadores les pidieron a los participantes del experimento que jugases un juego sumamente agresivo, o uno de golf para relajarse. Las personas que optaron por el juego agresivo demostraron mayor creatividad de enunciar obscenidades cuando se les pidió que lo hicieran.