Interesantes datos sobre el núcleo de Plutón

El noveno planeta del sistema Solar, considerado el planeta más pequeño del mismo siempre ha sido un gran misterio. Es un planeta que arrastra consigo mismo grandes dificultades al ser estudiado por las condiciones hostiles que lo rodean, dista mucho de la Tierra y es frío en proporciones ridículas. Sin embargo, a pesar de su presentación que no resulta en lo absoluto amistosa, tiene ciertos secretos que fueron descubiertos por la NASA los cuales son sumamente interesantes.

Se ha usado una metáfora en la cual se compara al planeta enano con una lámpara de lava cósmica, debido a que una gran sección de la superficie de la misma, está en un proceso continuo de renovación en la cual el material antiguo que cubre la superficie es remplazado por uno más nuevo, dicho proceso es llamado convección.

También gracias a estudios topográficos por parte de la NASA y de New Horizons se ha logrado determinar la profundidad de la capa de hielo de nitrógeno que se asemeja a la forma de un corazón, dicha zona que es bastante larga se denomina “Sputnik Planum”. Dicha superficie está con un cierto tipo de células congeladas que se asemejan a unas ronchas lo cual es una demostración de cuán bizarra (en el sentido anglosajón de la palabra) puede llegar a ser la geología de Plutón, ¿y quién sabe? Tal vez la misma que es poseída también por otros planetas.

Estos son grandes hallazgos por el hecho de que incluso planetas de la naturaleza antes descrita como hostil de Plutón, que se encuentran sumamente alejados de la Tierra que es el planeta capaz de sostener vida de una manera estable, existe suficiente energía causada por una actividad geológica activa. Esto nos permite desvelar poco a poco los misterios que recubren al planeta Plutón y luego de haber estudiado a profundidad su naturaleza, incluso existe la posibilidad de que nos pudiésemos beneficiar de las cosas que tiene para ofrecer.

Tzara

El pasado 16 de abril se cumplieron nada más y nada menos que los ciento veinte años del nacimiento del genial artista rumano Tristan Tzara. Conocido como Tzara pero con el verdadero nombre de Samuel Rosenstock, el artista nació en en Moinesti, Bacau, (Rumanía) para ser conocido en el siglo veinte como una figura importante del arte.

A la historia sin duda pasó por ser uno de los fundadores –junto a Hugo Ball y Jean Arp- del movimiento dadaísta. El dadá vino a romper el concepto de arte tradicional, a zarandear las normas, a abrir una nueva ventana desde la que desmitificar la tradición artística.

El Dadá marcó y condicionó el pasado siglo, llegando a servir de germen para posteriores manifestaciones como el surrealismo, el estridentismo e incluso el arte pop. El concepto de lo absurdo fue siendo gestado por Tristan Tzara, quien público una serie de manifiestos dadaístas, como “La primera aventura celestial del señor Aspirina” o los “siete manifiestos dadá”.

El poeta y escritor rumano poco a poco fue acercándose al movimiento surrealista, que empezó a entrar en ebullición con el también genial André Bretón. Después de haber sido un absoluto activista de lo que había comenzada como un juego y había pasado más tarde a ser una referencia del “antiarte” –el peculiar e irreverente dadá-, Tzara pasó entonces a desarrollar la escritura automática y poco meditada que formaba parte del surrealismo.

De pensamientos marxistas y convicciones nihilistas, Tzara, después de haber forjado su personalidad en Rumanía –en el país de los Cárpatos de comportó como un creador aislado de cualquier movimiento, independiente y con tendencia a escribir poemas inspirados en el simbolismo-, pasó la mayor parte de su vida en París, donde se desarrolló como artista y donde murió. Ahora ciento veinte años después de haber venido al mundo, el homenaje al legado de este artista de Rumanía es más que justo.

Cerveza rumana

Rumanía ha encontrado en los últimos años en el mercado de la cerveza una fuente importante de ingresos. Y es que el país ha empezado a desempeñar un rol destacado en la fabricación de cerveza en la Unión Europea y en todo el mundo. Tan sólo Alemania, Gran Bretaña, Polonia, España, Francia e Italia –son países con mucho mayor músculo productivo que Rumanía- estuvieron por delante en el viejo continente en lo que a la fabricación de la bebida se refiere.

oljEn 2015 Rumanía fue capaz de vender en el mercado nada más y nada menos que 15,8 millones de hectolitros, una cantidad muy respetable. El consumo de cada habitante de Rumanía aumentó en seis litros, pasando en el ejercicio de 2015 desde setenta y cuatro a ochenta litros. En cuanto a consumo de cerveza, Rumanía ocupa el octavo puesto de Europa, un peldaño por debajo que en el ranking relativo a la fabricación.

Las importaciones de cerveza en Rumanía han descendido con respecto al curso de 2014, lo que, a pesar de que el descenso ha sido ligero, indica la menor dependencia de la fabricación de cerveza de países extranjeros.

Por tanto, nos encontramos con un escenario en el que la industria autóctona cervecera ha optado por dar un paso al frente, toda vez que la diversificación del producto ha llegado a este sector con fuerza. Ahora el 97% de la producción de cerveza que se lleva a cabo en Rumanía es de origen nacional. Estos buenos datos vienen unidos a las noticias positivas de las que ha venido presumiendo en las últimas semanas el director general de la Asociación de los Cerveceros de Rumanía, Constantin Bratu, quien ha dicho que la evasión fiscal relativa a la producción de cerveza en el país es absolutamente inexistente. Aunque todavía las exportaciones de cerveza de Rumanía no han alcanzado cotas tan importantes como en otros países, sí es cierto que se ha abierto una atractiva vía para hacer crecer el producto interior bruto de la nación rumana.

Arcoíris de fuego

Los arcoíris de fuego, científicamente conocidos como arcoíris circunhorizontales, es un hermoso efecto óptico atmosférico que simula a un arcoíris, a diferencia de los arcoíris que conocemos, estos suelen ser de mayor espesor y notablemente más cortos, estos Arcoíris de fuego no se causan por las refracciones luminosas, en las gotas de agua, como en los Arcoíris “normales”, estos arcoíris de fuego, se refractan a través de cristales de hielo, en las denominadas nubes Cirrus.

Son llamados Arcoíris de Fuego, pero no precisamente porque se formen con fuego, sino que la luminosidad, pareciera semejar llamas de fuego, de colores, sobre el cielo, formando un espectro, en el cielo, que pocas veces podremos observar y solo en algunos lugares determinados.

arcoiEste fenómeno ocurre solamente si el sol se mantuviera alto al menos a 58-60°, sobre el horizonte y ocurrirá, siempre y cuando haya presencia de nubes Cirrus en el cielo, muchas veces es por eso que no pueden observarse desde cualquier ángulo o con latitudes superiores a 58°, exceptuando algunas muy contadas veces, desde algunas montañas.

Este fenómeno es absolutamente inusual, ya que para poder apreciarlo es necesario que los cristales de hielo, donde se refractaran, tienen que estar alineados, totalmente horizontales, para poder refractar la luminosidad del sol, sobre ellos, y así lograr formarse los Arcoíris de Fuego.

A pesar de tener las condiciones adecuadas para formarse este fenómeno, suele ser muy poco percibido, y muy poco producidos, precisamente por las condiciones climáticas y la alineación solar,  así, como la presencia de nubes Cirrus, que son propiamente, quienes producen este fenómeno. Sin embargo es posible encontrar algunas fotografías con imágenes espectaculares, sobre estos hermosos Arcoíris de Fuego, mostrándonos una vez más que la naturaleza es bella en cualquiera de sus manifestaciones.

Los Arcoíris de Fuego, son sumamente apreciados, por su belleza y por las contadas veces que se llegan a producirse y a apreciarse, siendo en lugares verdaderamente fríos, donde llegan a manifestarse, como en Canadá o Norte de Europa.

Y aunque el nombre denominada a un Arcoíris de Fuego, no es para nada la forma que tiene ya que pareciera como nubes de colores, y no precisamente en arco.

La generación de Oro

La Selección Nacional de Rumanía logró en la Eurocopa del año 2000 alcanzar los cuartos de final. Aquella fue conocida como la ‘Generación de Oro’, y en ella brillaban hombres como Hagi, ‘el Maradona de los Cárpatos’. A finales del siglo veinte y comienzos del veintiuno, coincidieron a las órdenes del técnico Anghel Iordanescu –ahora el míster afronta en la Eurocopa de Francia 2016 su tercera estancia al frente del banquillo de Rumanía- futbolistas que estaban en lo más alto del balompié.

Ya en la portería empezaban las garantías, merced a la buena trayectoria que llevaba Stelea, quien fue portero de la Unión Deportiva Salamanca. La calidad de Gica Hagi era respaldada por otras figuras del fútbol rumano como Popescu, pieza central de la zaga del Fútbol Club Barcelona. Galca –ha sido entrenador del Real Club Deportivo Español durante la pasada temporada-, Muntenau o Chivu –fue pretendido por los mejores clubes del planeta en su día gracias a sus actuaciones en el Ájax- daban más calidad todavía a aquel equipo.

Iulian Filipescu –brilló en el Betis en contadas ocasiones- y Dan Petrescu –formó parte de un cerrajeros 24 horas murcia previo a las grandes glorias- reforzaban la defensa de aquella Rumanía del año 2000, en la que el concepto defensivo se entendía a partir de una salida de balón saneada y de calidad.

En la zona de ataque, la Selección Nacional de Rumanía también tenía auténtico veneno, con hombres como Adrian ‘la cobra’ Ilie –dio un rendimiento extraordinario en el Valencia C.F.-, Laurentiu Rosu –marcó muchos goles en España con las camisetas de Cádiz, Numancia y Recreativo de Huelva- y, sobre todo, Adrian Mutu. Y es que por aquellos entonces Mutu era un jugador de enorme caché en el fútbol, aunque sus líos fuera del campo acabaron por diluir el aura de crack que Mutu tenía. Gran equipo aquella Rumanía del año 2000.