Cerveza rumana

Rumanía ha encontrado en los últimos años en el mercado de la cerveza una fuente importante de ingresos. Y es que el país ha empezado a desempeñar un rol destacado en la fabricación de cerveza en la Unión Europea y en todo el mundo. Tan sólo Alemania, Gran Bretaña, Polonia, España, Francia e Italia –son países con mucho mayor músculo productivo que Rumanía- estuvieron por delante en el viejo continente en lo que a la fabricación de la bebida se refiere.

oljEn 2015 Rumanía fue capaz de vender en el mercado nada más y nada menos que 15,8 millones de hectolitros, una cantidad muy respetable. El consumo de cada habitante de Rumanía aumentó en seis litros, pasando en el ejercicio de 2015 desde setenta y cuatro a ochenta litros. En cuanto a consumo de cerveza, Rumanía ocupa el octavo puesto de Europa, un peldaño por debajo que en el ranking relativo a la fabricación.

Las importaciones de cerveza en Rumanía han descendido con respecto al curso de 2014, lo que, a pesar de que el descenso ha sido ligero, indica la menor dependencia de la fabricación de cerveza de países extranjeros.

Por tanto, nos encontramos con un escenario en el que la industria autóctona cervecera ha optado por dar un paso al frente, toda vez que la diversificación del producto ha llegado a este sector con fuerza. Ahora el 97% de la producción de cerveza que se lleva a cabo en Rumanía es de origen nacional. Estos buenos datos vienen unidos a las noticias positivas de las que ha venido presumiendo en las últimas semanas el director general de la Asociación de los Cerveceros de Rumanía, Constantin Bratu, quien ha dicho que la evasión fiscal relativa a la producción de cerveza en el país es absolutamente inexistente. Aunque todavía las exportaciones de cerveza de Rumanía no han alcanzado cotas tan importantes como en otros países, sí es cierto que se ha abierto una atractiva vía para hacer crecer el producto interior bruto de la nación rumana.