Una vez que Felipe VI pasó a ser el Jefe de Estado de España tras la abdicación de su padre, la imagen de la corona española intentó experimentar una mejoría. Pero lo cierto es que los casos de corrupción han continuado azotado a la Familia Real –Caso Noos, dinero en paraísos fiscales de Borbones, Papeles de Panamá, etc.-. Juan Carlos I, el anterior Rey, dedica su vida ahora a los placeres de sibarita; igual viaja a la final de un evento deportivo que se pierde en país tropical para practicar la caza…
No obstante, la noticia principal que ha dejado la marcha de Juan Carlos I es la fortuna con la que ha finalizado su reinado. En torno a mil setecientos millones de euros –sí han leído bien- ha amasado el monarca en estas décadas de “servicio” a la nación. Incluso el prestigioso diario estadounidense The New York Times se ha cuestionado de dónde ha salido tantísimo dinero y cómo ha logrado el ciudadano Juan Carlos hacerse con tan ingente cantidad.
La fortuna de Juan Carlos I, sumida en un oscurantismo oficial, ha sido cifrada por algunos expertos incluso en una cantidad mayor. No existen respuestas sólidas que permitan a los españoles saber cómo se ha gestado este milagro económico de una sola persona que, no lo olvidemos, llegó al poder con una mano delante y otras detrás, sin fortuna conocida.
Los análisis de los expertos apuntan a las comisiones como fuente de la mayoría de los ingresos del Juan Carlos I. Y es que cuando los grandes empresarios españoles cerraban acuerdos por todo el mundo, muchas veces lo hacían acompañados por el Rey, que ejercía las funciones de embajador, de aval y de representante del buen hacer de las empresas españolas. Lógicamente, estas tareas tenían una contraprestación. Sin embargo, los partidarios de Juan Carlos I y los asesores de Zarzuela insisten en afirmar que el anterior Rey no ha recibido comisiones; estos testimonios aumentan las interrogantes sobre la fortuna amasada por Juan Carlos I.