La perfeccion rumana

La gimnasta de Rumanía Nadia Comaneci pasó a la historia del deporte. Con nueve medallas olímpicas, cinco de ellas de oro, Nadia se ganó el corazón del mundo entero. Pasados los años desde su retirada y desde que decidiera marcharse a los Estados Unidos para adquirir la nacionalidad estadounidense, el universo del deporte sigue recordando la hazaña de Comaneci de ser la primera gimnasta de la historia en obtener una calificación de diez puntos. Por tanto, se puede hablar de que esta fabulosa gimnasta alcanzó la perfección, algo increíblemente maravilloso en una disciplina deportiva tan extremadamente exigente como la gimnasia artística; el logro tiene mayor importancia si cabe una vez por la edad a la que lo consiguió, los catorce años.

Rumanía y Nadia Comaneci han ido juntos de forma inevitable en el pensamiento de cualquier aficionado al deporte. Ella fue el orgullo de la Rumanía de Ceaucescu y del bloque socialista frente al capitalismo, en una época en la que el deporte era en campo de batalla más donde los éxitos tenían su eco en la política y la propaganda.

Una vez que se retiró, Nadia Comaneci permaneció ligada a este deporte en su país, llegando a ser miembro de la Federación Rumana de Gimnasia y entrenadora de las siguientes generaciones de gimnastas de Rumanía. Fue en el año 1989 cuando decidió poner tierra de por medio y abandonar el país.

En la actualidad Comaneci sigue vinculada con la gimnasia; regenta junto a su marido la Academia Conner de Gimnasia y la Compañía para Producir el 10 Perfecto. Su pasión por el deporte que la hizo brillar –ha logrado superar las presiones extremas y los abusos que sufrió durante su infancia en la búsqueda de la perfección y seguir mirando adelante- también la conduce a publicar la Revista Internacional de Gimnasia. Su país natal ha sabido reconocer su enorme trabajo, pues ahora Nadia es Embajadora de Deportes de Rumanía, Presidenta Honorífica del Comité Olímpico Rumano y Presidenta de Honor de la Federación Rumana de Gimnasia.