El conocido mundo dominado por la falocracia ya está desmoronándose y prueba irrefutable de ello son las múltiples manifestaciones de apoyo a las personas homosexuales a nivel mundial que se han suscitado en las últimas décadas. En ese sentido, la gran nación de Rumanía es uno de los pocos países cuya legislación aprueba el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero en los últimos tiempos algunos sectores conservadores consideraban que el solo hecho que una persona prefiera sexualmente a una persona de su mismo sexo es una aberración por lo que la ley debería cambiar.
Debido a lo anterior expuesto, recientemente se celebró en Rumanía un referéndum que tenía por objetivo vetar el matrimonio homosexual en el país, sin embargo, el referéndum no fue tal debido a que la bajísima participación de ciudadanos rumanos, lo cual invalida cualquier legalidad del referéndum ya que el mínimo de participación no fue alcanzado. De acuerdo a los datos oficiales suministrados por el gobierno de Rumanía, el mínimo de participantes requeridos para que el referéndum sea válido debe ser mayor al treinta por ciento del censo, lo cual no fue superado.
Esto no es más que una muestra de que al pueblo rumano no le interesa cambiar sus leyes que no buscan más que la aceptación y la tolerancia de todas las personas por igual. Así como los Cerrajeros acuerdan, la población de Rumanía en su mayoría cree que a una persona no se le puede prohibir su derecho al matrimonio sólo por ser homosexual, por lo tanto, sería un retroceso para el progreso de la sociedad rumana derogar una ley que validad la aceptación de la población homosexual. Esperemos que este ejemplo que los rumanos están dando sea bien seguidos por todos los países del mundo por el bien de la tolerancia internacional.
Volviendo al tema, el referéndum se llevó a cabo durante dos jornadas donde sólo se obtuvo un 20,41% de los 19 millones de votantes, siendo un valor no aceptable para este tipo de plebiscito. La idea de vetar el matrimonio homosexual en Rumanía fue propuesta por el Partido Social Demócrata (PSD) y la Iglesia Ortodoxa, pues, por obvias razones religiosas, ambos entes no pueden ni siquiera concebir que a una persona le atraiga sexualmente otra persona de su mismo sexo. En contraparte, el Partido Nacional Liberal (PNL) se mostró desde el inicio en oposición a la consulta debido a que ellos consideran que Rumanía es un país libre que no pretende cambiar las ambiciones sexuales de nadie.
Algunos piensan que la baja participación en esta elección es un grave problema que debe resolverse, pues que los ciudadanos rumanos participen de manera activa en las decisiones de su país es vital para la construcción de la sociedad democrática que todos desean. Mientras que otros sectores piensan que el referéndum es tan inútil que muy pocos fueron a ir a votar por no sentirse identificados con la consulta.