Tal como se esperaba, el marido de Cospedal “pilla cacho” en la adjudicación del cementerio nuclear de Cuenca

La Empresa Nacional de Residuos (ENRESA) que preside el hombre de confianza de Mª Dolores de Cospedal, el exalcalde de Ciudad Real Francisco Gil-Ortega, ha adjudicado los concursos de la ingeniería para la construcción del Almacén Temporal Centralizado de residuos radiactivos de alta actividad (ATC) de Villar de Cañas (Cuenca), por 23,7 millones. Entre las empresas adjudicatarias figura Iberdrola Ingeniería (IBERINCO) por la que fichó en mayo de 2012 Ignacio López del Hierro, marido de Cospedal, para su Consejo de Administración y que hace apenas dos meses fue ascendido a miembro de su Comisión Ejecutiva.

El lote 1 del concurso, correspondiente a la Ingeniería Principal (17,7 millones de euros), ha sido asignado al consorcio formado por Westinghouse, Técnicas Reunidas y Ghesa. El lote 2, correspondiente a la Ingeniería del Módulo del Almacén de Bultos de Residuos de Media Actividad, ha sido asignado a un consorcio formado por IBERINCO y Gas Natural Fenosa Engineering, por un importe de 2,8 millones de euros. El lote 3, formado por la Ingeniería del Almacén de Espera de Contenedores, también ha sido asignado al consorcio IBERINCO y Gas Natural Engineering, por un importe de 3,2 millones de euros.

Desde el nombramiento de Gil-Ortega al frente de ENRESA en Junio de 2012, le han acompañado sucesivos escándalos, ante su nula experiencia en el sector y las directrices exclusivamente políticas que marcan su mandato, por encima de los informes técnicos, incluidos los de sus propios empleados, tal como ha venido denunciando Ecologistas en Acción. Su elección enfrentó Gobierno Central y a María Dolores de Cospedal, y finalmente, esta última se llevó el gato al agua imponiendo una persona de su confianza. Gil-Ortega ha sido alcalde de Ciudad Real desde 1995 hasta 2007, en un periodo marcado por macroproyectos tan despilfarradores e insostenibles como el Aeropuerto de Ciudad Real y El Reino de Don Quijote, que defendió con vehemencia en numerosas ocasiones.

La primera decisión que tomó Gil-Ortega fue la compra de los terrenos para implantar el ATC, sin conocer si sus características eran adecuadas y a escasos 2.000 metros del casco urbano de Villar de Cañas. Tras más de ocho meses de estudios, siguen las dudas en cuanto a su riesgo geomorfológico.

Otro asunto polémico ha sido el nombramiento, por parte de Gil-Ortega, de Carlos Dávila como jefe de prensa de ENRESA. Dávila, es conocido por su marcado conservadurismo y por una trayectoria plagada de declaraciones insultantes y querellas en los medios que ha dirigido.

Por si esto fuera poco, Gil Ortega ha firmado dos convenios, cuyos detalles no son públicos, con la Junta de Castilla-La Mancha para realizar dos obras: arreglo de carreteras en el entorno de Villar de Cañas y la construcción de un polígono industrial (denominado vivero de empresas), que poco tienen que ver con las funciones que tiene encomendadas ENRESA por Ley y sí con el clientelismo y la compra de voluntades.